lunes, 31 de diciembre de 2007

200 km finales



Cruzando la frontera teníamos previsto hacer la travesía en dos etapas, una de ellas haciendo noche en San Felipe. Sin embargo la buen performance que habíamos logrado hasta Los Andes nos hizo creer que podíamos llegar a Reñaca en una sola etapa y decidimos abortar la parada en San Felipe y continuar sin parar hasta el destino final. Pasando San Felipe, todo se complicó. El viento era una pared, no podíamos avanzar a un ritmo normal. Hacíamos de todo, nos parabamos en los pedales, nos acostabamos sobre el manubrio, pero no podíamos luchar con tanto viento. En momentos las ráfagas nos hacían inclinar las bicis a 45 grados y lo peligroso fue que en esas ráfagas nos pasaban camiones muy cerca con lo cual el viento cambiaba (o paraba) por unos segundos, lo que nos hacía perder el equilibrio de la bici y llevándonos al medio de la ruta.

A la mitad de este trayecto, estabamos casi vencidos, no podíamos volver atrás y nuestro apoyo ya estaba en Reñaca. Decidimos seguir, fueron 12 horas y media de pedaleo casi sin descanso, solo nos abastecimos de agua y barritas de cereal ese día, la parada más larga fue de 30 minutos. El promedio nos daba que llegaríamos de noche a Reñaca y el viento nos torturó hasta el final. Pero afortunadamente todo terminó bien, con los últimos 15 kilómetros recorriendo la costa de Con Con a Reñaca.